6.2 EL NUEVO ORDEN AMOROSO.
Los problemas sociales y morales del siglo XX y principios del XXI,
están llevando a la humanidad por el sendero de una crisis colectiva. En las sociedades actuales este tipo de mutaciones están dando forma
a lo que Lipovetsky ha dado por nombre un “nuevo orden amoroso”,
donde lo que cuenta no es una clase de amor supeditado al deber y a los
imperativos categóricos que regulaban este tipo de sentimientos en las
sociedades tradicionales, sino el bienestar individual.
¿Qué es, pues, aquello que ha sido trastocado en la concepción del
amor propio como amor a sí mismo y a los demás que caracterizó a la
ética de la modernidad? ¿Cuáles son los rasgos del nuevo orden amoroso
de la posmodernidad de que nos habla Lipovetsky? El diagnóstico que
presenta este autor es el siguiente:
139 Lipovetsky, Gilíes; Op. Cit.; p. 53.
178
• En la transformación operada en la moral sexual, el sexo-pecado ha
sido reemplazado por el sexo-placer.
• La castidad y la virginidad han dejado de ser obligaciones morales.
• Las parejas homosexuales son reconocidas por la ley.
• Ya no se considera condenable a la homosexualidad.
• El porno se ha convertido en un espectáculo relativamente trivializado.
• La heterosexualidad adulta, ya no lleva a hombres y mujeres a ser
desterrados de la colectividad.
• En el sexo posmoralista ya no se debe vigilar-reprimir-sublimar, debe
expresarse sin limitaciones ni tabúes, con la única condición de no
perjudicar al otro.
• Con la disociación del sexo de la moral, el primero ha adquirido un
valor intrínsecamente moral debido a su papel en el equilibrio y en
el pleno desarrollo íntimo de los individuos.
• La idea de deberes en materia de sexualidad ya sólo suscita la sonrisa,
y la vida virtuosa ya no se entiende como austera disciplina de los
sentidos.
• Con las nuevas técnicas de reproducción, la procreación de un hijo
sin padre, la maternidad y la paternidad sin relación sexual se han
hecho posible.
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